¡Envíos a toda la República Mexicana!

Oraciones

¡Tú puedes desatar los nudos, pues conoces caminos para llegar a los corazones que nosotros ignoramos!

         A Santa María Desatadora de Nudos.

Amada Virgen María, llenos de confianza nos dirigimos a ti, que desde la eternidad moras en el corazón de nuestro Padre Celestial. Tú conoces cuántas veces tus hijos caemos en enredos, tanto en la historia de los pueblos, como en nuestra propia vida.          

 ¡Cuántas veces nos parece no tener salida! Por eso, venimos a ti: ¡tú puedes desatar los nudos, pues conoces caminos para llegar a los corazones que nosotros ignoramos! Así te traemos con fe nuestras intenciones (se pone la intención), estando seguros de ser escuchados. pues tú eres Nuestra Madre.

Amén

-

A Santa María Desatadora de Nudos.

María Desatadora de Nudos, tú que desatas los nudos de nuestra vida extiende tu mano amorosa de Madre sobre nosotros y sobre el nudo que hoy te entregamos...

Virgen María Madre del Amor, Madre que nunca abandona a sus hijos, Madre cuyas manos trabajan sin cesar por sus hijos, vuelve a mí tu mirada compasiva, mira la cantidad de "nudos" en mi vida. Tú que conoces mis lágrimas y mi dolor pongo en tus manos la cinta de mi vida, pues en tus manos no hay nudo que no sea desatado, intercede por mi ante tu Hijo Jesucristo, mi Señor y Salvador.

María, a veces, el nudo, el enredo
soy yo. Toma la cinta de mi vida enredada en tus manos y ayúdame a alisarla, despacio, tierna y pacientemente como tú lo sabes hacer. Intercede por mí, por
mi familia, mis seres queridos y recibe hoy este nudo...

María que desatas los Nudos, sé mi
refugio, ruega por mí.

Amén

-

A Santa María Desatadora de Nudos.

Santa María, llena de la Presencia
de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con toda humildad la voluntad del Padre, y el maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones. Ya junto a tu Hijo intercediste por nuestra dificultades y, con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de cómo desenredar la madeja de nuestras vidas. Y al quedarte para siempre como Madre Nuestra, pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor.

Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, tú que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida, te pedimos que recibas en tus manos a ___________  y que lo libres de ataduras y confusiones con
que nos hostiga el que es nuestro enemigo.

Por tu gracia, por tu intercesión,
con tu ejemplo. líbranos de todo mal, Señora Nuestra, y desata los nudos que impiden nos unamos a Dios, para que, libres de toda confusión y error, lo hallemos en todas las cosas, tengamos en Él puestos nuestros corazones y
podamos servirle siempre en nuestros hermanos.

Amén